sábado, 28 de julio de 2007

Sorpresas en Monteverde

Como ya os contamos, las chicas decidimos hacer un paseo nocturno por los senderos (17$) mientras que los chicos decidieron ir a ver los cafetales (25$). Ambas experiencias estuvieron realmente bien. Durante el paseo nocturno, en el qual el guía nos equipó con linternas, tuvimos la oprtunidad de ver amantis religiosas, insectos palo, tarántulas, tucanes esmeralda... Por la noche se agudizan todos los sentidos, sobretodo el oído. Menudo festival tenían organizado los grillos y las cigarras del bosque!!! El tour a los cafetales también tuvo un encanto especial, sobretodo porque los chicos eran los únicos españoles del grupo y tuvieron un guía particular que les mostró todo el proceso del café, lo experimentaron por ellos mismos (la recolecta, el molido...) para acabar haciendo una degustación de todas sus variantes además de recibir una bolsa de café de Monteverde del señor Don Juan, al cual tuvieron la oportunidad de conocer y conversar con él.
Por la noche fuimos a cenar a la Soda Maravillas (muy recomendable), situada en la calle central de Sta. Elena.
La mayor sorpresa nos la encontramos al día siguiente. Estábamos dispuestos a dirigirnos al Bosque Nuboso de Monteverde cuando el dueño de nuestro hotel nos recomendó ir al Santuario ecológico, menos concurrido y con más oportunidad de ver animales además de más barato (9$).
Qué gozada! Fue una maravilla. Existen varias rutas marcadas con colores e hicimos la que nos recomendaron. Estábamos solos en el bosque! Tuvimos la oportunidad de ver vistas espectaculares en los miradores, cascadas y animales de todo tipo (coatíes, mariposas morpho y de otras clases, una comunidad de monos carablanca, ardillas, tucanes...). Simplemente maravilloso.
Por la tarde, y despues de comer en el la soda Amigos, nos pusimos rumbo a playa Sámara, en el Pacífico (unas 3h y media). Tuvimos dificultades para encontrar alojamiento porque está "full", como ellos dicen. Así que decidimos alojarnos en la colina de Playa Carrillo, y ha sido un acierto. Hemos dormido en Cabinas Colibrí y, aunque es el más caro hasta ahora (20$ por persona) ha valido la pena. Es precioso y los argentinos que la regentan hacen una carne a la parrilla en su restaurante para chuparse los dedos.
Ahora es el momento de descubrir las maravillosas playas.
Pura vida!!